Resumen
Los murciélagos son el segundo orden de mamíferos con mayor diversidad de especies, existen aproximadamente más de 1,100 especies en el mundo, su distribución es cosmopolita, ocupando diversos hábitats que van desde las altas montañas hasta el nivel del mar. América posee la mayor riqueza de especies de murciélagos y México destaca con 144 especies que pertenecen a siete familias distribuidas a todo lo largo y ancho del territorio nacional.
Los murciélagos han establecido numerosas interacciones ecológicas asociadas a la elección de su alimento, existen especies frugívoras (se alimentan de frutos), insectívoras (se alimentan de insectos), piscívoras (se alimentan de peces), nectarívoras (se alimentan de néctar), carnívoras (cazan ratones, ranas, reptiles entre otras presas) y hematófagas (se alimentan de sangre).
Se sabe que el 20% de las especies mundiales de murciélagos son frugívoras. Al alimentarse de frutas de plantas primarias (pioneras) las semillas pasan por el tracto digestivo degradando su testa (capa externa que rodea a las semillas); los murciélagos defecan las semillas ingeridas en las primeras horas de la noche durante el vuelo, dispersándolas en lo que se denomina “lluvia de semillas”. Al ser dispersadas, las semillas pueden caer en suelos de áreas naturales conservadas o en áreas deforestadas, éstas van a tener un mayor porcentaje de establecimiento y un alto índice de germinación (por no presentar la testa) comparadas con aquellas semillas que no fueron consumidas por murciélagos, esta interacción entre los murciélagos y los frutos de muchas especies de plantas silvestres es positiva ya que favorece el mantenimiento y la regeneración de los ecosistemas.