Núm. 55 (2024): SPINOR Interacciones biológicas: ¿Competir o cooperar?
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El mutualismo: de la mirmecofilia a la trofobiosis

Portada del artículo 3

Publicado 2024-09-03

Palabras clave

  • mutualismo,
  • mirmecofilia,
  • trofobiosis

Resumen

Las hormigas son insectos eusociales, viven formando colonias en donde se sobrelapan varias generaciones, existe una división del trabajo reproductivo y llevan a cabo el cuida­do de las crías. Son insectos con un dominio ecológico que se puede medir por su biomasa (masa de material vivo en un ecosistema), en los trópicos representan en promedio del 15 al 20% de la biomasa total de los animales terres­tres y el 50% de la biomasa de los artrópodos. En años recientes, se estimó que la biomasa de las hormigas en la Tierra equivale a 12 millones de toneladas, superior a la biomasa conjunta de aves, mamíferos y humanos. Es de esperarse que estos peque­ños insectos tengan papeles relevantes en el funcionamiento de los ecosistemas en los que viven, estableciendo interacciones ecológicas con una gran diversidad de organismos dentro de los ecosistemas que habitan.

En un inicio las hormigas eran depredadoras o detrítivoras (que se alimentan de materia orgánica en descomposición) asociadas a la superficie del suelo, la hormiga fósil más antigua que se conoce data del Turoniano de América del norte (Cretácico inferior) y al parecer la diversificación de las hormigas sucedió junto con las angiospermas, plan­tas vasculares, en el Cretácico medio hace aproximadamente 100 millones de años. La diversificación de las plantas vasculares per­mitió el origen de nuevos hábitats de mayor complejidad, y un aumento de presas dis­ponibles para las hormigas, permitiendo el surgimiento de interacciones planta-insecto y de interacciones insecto-insecto.