Núm. 54 (2024): SPINOR: Aplicaciones de vanguardia en la radiología
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Una Aplicación de la Técnica de Difracción de Rayos X en la Industria Farmacéutica

Portada del Articulo Industria Farmacéutica

Publicado 2024-06-20

Palabras clave

  • Industria Farmacéutica,
  • Enantiómero,
  • Monocristal

Resumen

La difracción de rayos X en monocristales es efectivamente la única técnica experimental para determinar con absoluta seguridad y a ciegas (es decir sin necesidad de comparación con otro compuesto de quiralidad conocida) si un enantiómero es S o R. Se determinan las coordenadas de los átomos conformando la molécula en un espacio tridimensional, a partir de las intensidades de difracción del cristal, medidas con un difractómetro. La posición relativa de los átomos determina entonces la configuración absoluta de la molécula. Para diferenciar un enantiómero de su imagen especular, solo se deben cumplir tres condiciones en el estudio por difracción: (1) tener un monocristal de dimensiones razonables, en general mayores a 0.1mm; (2) la molécula debe contener por lo menos un átomo pesado, con un número atómico mayor a 16 (azufre); (3) se deben usar algunas condiciones experimentales adecuadas, por ejemplo, una longitud de onda larga (mayor a 0.7 Å) para los rayos X. El fenómeno físico que permite la asignación de la quiralidad a partir del patrón de difracción, se llama dispersión anómala (aunque el termino dispersión resonante sería mucho más adecuado), fue observado y teorizado en los años 1950 por el cristalógrafo holandés, Johannes Bijvoet (1892-1980) [4]. Sin embargo, el fenómeno había sido conjeturado desde 1928 por el físico sueco de la universidad de UppsaIa, Ivar Waller (1898-1991).